jueves, 7 de agosto de 2014

INCLUSIÓN EDUCATIVA Y TRASTORNO DEL ESPRECTRO AUTISTA

Introducción.
Ha sido decretado que los niños con necesidades educativas especiales (NEE)  deben de recibir atención educativa en escuelas regulares. Es por eso que el gobierno mexicano ha tratado de responder a la iniciativa de la ONU al decretar el incremento de niños con NEE, que han sido integradas a escuelas regulares en últimos tiempos. A pesar de sus grandes esfuerzos, de los padres y maestras existe una preocupación ya que muchos niños y niñas con TEA no son incluidos en escuelas regulares, o son incluidos pero no se atienden sus necesidades específicas, lo cual trae consigo  un efecto negativo en su educación.
Las principales barreras para la inclusión satisfactoria, podría resumirse en: la familia, la sociedad, las habilidades académicas, los valores, las actitudes de la escuela, el rol y habilidades de competencia de los docentes y la actitud de los participantes sobre la inclusión.
Los docentes involucrados en el proceso de inclusión educativa deben principalmente tener una capacitación para tener confianza al desempañar su labor. Si los valores y la filosofía de la institución son aptos hacia los niños con autismo, y se cuenta con los recursos económicos necesarios, se crea una inclusión exitosa.
Esta situación ha creado la necesidad de crear estrategias para que se puedan superar los obstáculos, favorecer las habilidades y alcanzar una inclusión educativa para niños con TEA.  Es importante entender los actuales servicios de educación inclusiva que ofrecen las escuelas mexicanas

La obtención de esta información proviene de entrevistas con los directivos, maestras de apoyo y padres de familia de niños con autismo. Se realizaron observaciones de los niños con autismo, en los salones y patios de estas escuelas.

Inclusión                                                                           
En relación con la integración e inclusión de niños autistas en escuelas regulares, debemos tener en cuenta que el alcance de la integración puede variar en función de las necesidades del niño. Con algunos niños de alto funcionamiento puede funcionar bien en un marco normal de educación con un mínimo de apoyo, con otros niños puede ser conveniente compartir algunas clases con niños normales y tener una clase separada para otras materias, y con los niños más afectados el modelo podría ser compartir actividades de ocio y recreo y mantener una clase separada para sus necesidades educativas. Si bien, esta alternativa quizás sería la menos idónea por la facilidad que implica separarlos de las aulas y el ambiente natural en el que se desarrolla la vida de los demás niños, abandonando por tanto la lucha constante por insertarlos de manera efectiva en este tipo de ambiente en la mayor parte de las actividades que se realicen.
La inclusión de niños autistas en escuelas regulares es probablemente más fácil cuando estos han aprendido habilidades sociales necesarias y cuando los otros niños han sido educados para comprender las dificultades que presentan los niños con alteraciones y teniendo oportunidades de compartir actividades con ellos.
Un conjunto de orientaciones prácticas para la enseñanza de un pensamiento flexible y conducta autónoma en personas autistas es:
  •   Crear situaciones libres de ansiedad.
  •  La ansiedad reduce la flexibilidad de toda conducta.
  •   Enseñar comprensión y conocimiento. 
  •  Para ello es necesario:
  •  Atender a significados relevantes.
  •  Desarrollar estrategias de memoria.
  • Desarrollar la posibilidad de elección
  • Enseñar conducta más flexible y creativa.

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